Pueblos con encanto: Altea y Villajoyosa
Descubre dos de los rincones más bonitos de Alicante: Altea y Villajoyosa. Estas pequeñas poblaciones guardan sus propios encantos y enamoran a todos quienes las visitan. Tradición, gastronomía y paisajes en una atmosfera única.
Respaldadas por la Sierra de Aitana y acogidas por las aguas azules del Mediterráneo, se encuentran dos pequeñas localidades con mucho encanto. Dos pueblos de origen pesquero, donde la artesanía y la tradición están al orden del día. Hablamos de Villajoyosa y Altea, dos de las joyas más valiosas de la provincia de Alicante.
El lugar donde el mar y la montaña se funden en un paraje único e inigualable. En este enclave alicantino se encuentra Villajoyosa, un pueblo que desprende una luz especial y que representa a la perfección una comarca mediterránea, marinera y comercial.
Villajoyosa conserva uno de los cascos antiguos mejor conservados de la Comunidad Valenciana. Calles estrechas y laberínticas recorren la ciudad, a través de la cual te puedes encontrar edificios emblemáticos, ruinas romanas y murallas medievales. Sus casas, cada una de un color, aportan una vitalidad y alegría única a la población.
La gastronomía de La Vila, es una de las mas reclamadas, pues se basa en la utilización de pescado y marisco fresco preparado con arroz de diferentes tipos; caldoso, meloso, paella. Villajoyosa también es reconocido mundialmente por su famoso chocolate; en sus límites alberga cuatro fábricas de chocolate, entre las que destaca la conocida como “Chocolates Valor”. Otro de los dulces artesanos propios de esta localidad, es el turrón, de una cremosidad envolvente que hace que sea irresistible.
El lugar donde el mar y la montaña se funden en un paraje único e inigualable. En este enclave alicantino se encuentra Villajoyosa, un pueblo que desprende una luz especial y que representa a la perfección una comarca mediterránea, marinera y comercial.
Villajoyosa conserva uno de los cascos antiguos mejor conservados de la Comunidad Valenciana. Calles estrechas y laberínticas recorren la ciudad, a través de la cual te puedes encontrar edificios emblemáticos, ruinas romanas y murallas medievales. Sus casas, cada una de un color, aportan una vitalidad y alegría única a la población.
La gastronomía de La Vila, es una de las mas reclamadas, pues se basa en la utilización de pescado y marisco fresco preparado con arroz de diferentes tipos; caldoso, meloso, paella. Villajoyosa también es reconocido mundialmente por su famoso chocolate; en sus límites alberga cuatro fábricas de chocolate, entre las que destaca la conocida como “Chocolates Valor”. Otro de los dulces artesanos propios de esta localidad, es el turrón, de una cremosidad envolvente que hace que sea irresistible.
Villajoyosa, vista panorámica.
A pocos kilómetros de Villajoyosa encontramos Altea, uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca. Este pequeño pueblo está lleno de rincones especiales que desprenden magia y arte por todos los lados.
Pasear por las calles empedradas y de casas blancas del casco antiguo de Altea, hasta llegar a la plaza donde se alza la majestuosa iglesia de Nuestra Señora del Consuelo con su impresionante cúpula azul, será una de las experiencias más entrañables que hayas vivido.
Altea es una ciudad bohemia y artística, por su gente, sus calles, sus comercios y sus paisajes. Una localidad destinada al descanso y la desconexión, donde su belleza te atrapará.
El paseo marítimo es uno de los núcleos principales de la localidad, a lo largo del cual se extienden diferentes playas, el puerto y múltiples comercios, restaurantes y chiringuitos. Altea es un pueblo que brilla tanto de noche como de día.
Pasear por las calles empedradas y de casas blancas del casco antiguo de Altea, hasta llegar a la plaza donde se alza la majestuosa iglesia de Nuestra Señora del Consuelo con su impresionante cúpula azul, será una de las experiencias más entrañables que hayas vivido.
Altea es una ciudad bohemia y artística, por su gente, sus calles, sus comercios y sus paisajes. Una localidad destinada al descanso y la desconexión, donde su belleza te atrapará.
El paseo marítimo es uno de los núcleos principales de la localidad, a lo largo del cual se extienden diferentes playas, el puerto y múltiples comercios, restaurantes y chiringuitos. Altea es un pueblo que brilla tanto de noche como de día.
Altea, vista panorámica
Sin duda, dos destinos que no pueden faltar en tu itinerario por España. Gastronomía, paisajes, cultura y diversión en la fusión perfecta.
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