La Ciudad Encantada de Cuenca
Dentro de Cuenca se encuentra un un pequeño lugar que hace pensar en cuentos e historias de fantasía, se trata de la Ciudad encantada. Este lugar mágico lleno de historia está situado a 30 kilómetros de Cuenca y forma parte del Parque Natural de la Serranía de cuenca. Se trata de un paraje natural realmente espectacular en el cual se puede ver el proceso geológico del karst y las formaciones rocosas que ha dejado.
El origen de éste lugar tan insólito se sitúa 90 millones de años atrás, en esa época toda la zona que conforma la ciudad encantada era parte del fondo marino del mar de Thetis, característico por sus aguas tranquilas. No fue hasta el final del periódo Cretácico que el mar desapareció junto con su lecho marino, dejando al descubierto la superficie del fondo. El resultado de la erosión marina, el viento y el hielo han hecho que esta zona sea todo un espectáculo para los ojos de los visitantes.
Para poder disfrutar de este secreto tan bien guardado en Cuenca será necesario hacer un pequeño recorrido por la montaña. Esta ruta tiene una longitud aproximada de 3 kilómetros, en los cuales el camino está bien señalizado por lo que no se debe tener miedo a perderse por la montaña. A lo largo de la ruta señalizada se podrá disfrutar de las diferentes formaciones rocosas, las cuales pueden recordar a distintos objetos y seres vivos como son las tortugas, barcos, focas o incluso un perro.
El sendero de la Ciudad encantada no es realmente exigente pero siempre es aconsejable comprobar el desnivel y el tipo de ruta antes de realizarla para evitar posibles lesiones indeseadas, no obstante se podría decir que estamos ante una ruta apta para todos los públicos.
Cómo se puede comprobar, estamos ante uno de los pequeños rincones de España que son necesarios contemplar en primera persona, estamos hablando de un paraje natural privilegiado en el cual se puede apreciar y aprender cómo afecta la erosión natural en la superficie terrestre.
Para poder disfrutar de este secreto tan bien guardado en Cuenca será necesario hacer un pequeño recorrido por la montaña. Esta ruta tiene una longitud aproximada de 3 kilómetros, en los cuales el camino está bien señalizado por lo que no se debe tener miedo a perderse por la montaña. A lo largo de la ruta señalizada se podrá disfrutar de las diferentes formaciones rocosas, las cuales pueden recordar a distintos objetos y seres vivos como son las tortugas, barcos, focas o incluso un perro.
El sendero de la Ciudad encantada no es realmente exigente pero siempre es aconsejable comprobar el desnivel y el tipo de ruta antes de realizarla para evitar posibles lesiones indeseadas, no obstante se podría decir que estamos ante una ruta apta para todos los públicos.
Cómo se puede comprobar, estamos ante uno de los pequeños rincones de España que son necesarios contemplar en primera persona, estamos hablando de un paraje natural privilegiado en el cual se puede apreciar y aprender cómo afecta la erosión natural en la superficie terrestre.