Joaquín Sorolla, el gran pintor Valenciano
Descubre la historia y el arte de uno de los mejores pintores valencianos, Joaquín Sorolla. Gran influyente de la pintura del siglo XIX y que ha marcado en el desarrollo del arte contemporáneo.
Joaquín Sorolla (1863) fue uno de los pintores valencianos más importantes y que contribuyó de manera contundente a la evolución artística para el desarrollo del arte contemporáneo. Este artista impresionista dejó más de 2200 obras catalogadas como impresionistas, postimpresionistas y luministas.
Estudió dibujo en la Escuela de Artesanos de Valencia, etapa tras la cuál siguió desarrollándose como artista en el Museo del Prado. También se formó en Roma y en París, donde descubrió la pintura impresionista.
La carrera de Sorolla estuvo marcada por su estilo pictórico denominado “luminismo”. Su uso del blanco como uno de los colores protagonistas, logró hacer que sus obras tuvieran una luminosidad inigualable otorgándoles una marca propia. Esta maestría de la luz, la combinaba con escenas cotidianas y paisajísticas de la vida mediterránea. En este característico estilo de Sorolla, destaca la representación de la figura humana (niños desnudos, mujeres con vestidos vaporosos) sobre un fondo de playa o de paisaje, donde los reflejos, las sombras, las trasparencias, la intensidad de la luz, y el color reconfiguran la imagen y dan valor a temas que a primera vista parecen intrascendentes.
El aporte más importante de Sorolla fue la pincelada fluida y el colorido con el que desarrolló un auténtico estilo vanguardista, basado en las inquietudes culturales y filosóficas de la época. Su mayor legado se centró en representaciones mitológicas, históricas y sociales.
Fue un artista muy activo, pues también realizó numerosos retratos de personalidades españolas como Cajal, Galdós, Machado, y algunas obras de denuncia social bajo la influencia de su compañero Blasco Ibáñez. Además su estilo agradable hizo que recibiera innumerables encargos traspasando las fronteras españolas para extenderse por toda Europa y Estados Unidos, donde expuso en varias ocasiones.
Sorolla también fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en Valencia y trabajó como profesor de composición y color en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.
En su obra se diferencias distintas etapas:
-Etapa de formación: con obras como Estudio de Cristo, Niño dormido.
-Etapa de consolidación: el Retrato de Benito Pérez Galdós, El beso de la reliquia, Cordeleros de Jávea.
-Etapa de culminación: Las tres velas, A la sombra de la barca, Paseo a orillas del mar, El pescador.
-Etapa final: Jardín de la Casa Sorolla, La Siesta, Pescadoras valencianas, entre muchos otros.
Hoy día podemos encontrar gran parte de su obra el Museo Sorolla en Madrid, instaurado en su antigua residencia, en el Museo del Prado, donde podremos contemplar su cuadro Niños en la playa. Fuera de España encontraremos algunas de sus obras en el Museo de Orsay en Paris, el Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Estudió dibujo en la Escuela de Artesanos de Valencia, etapa tras la cuál siguió desarrollándose como artista en el Museo del Prado. También se formó en Roma y en París, donde descubrió la pintura impresionista.
La carrera de Sorolla estuvo marcada por su estilo pictórico denominado “luminismo”. Su uso del blanco como uno de los colores protagonistas, logró hacer que sus obras tuvieran una luminosidad inigualable otorgándoles una marca propia. Esta maestría de la luz, la combinaba con escenas cotidianas y paisajísticas de la vida mediterránea. En este característico estilo de Sorolla, destaca la representación de la figura humana (niños desnudos, mujeres con vestidos vaporosos) sobre un fondo de playa o de paisaje, donde los reflejos, las sombras, las trasparencias, la intensidad de la luz, y el color reconfiguran la imagen y dan valor a temas que a primera vista parecen intrascendentes.
El aporte más importante de Sorolla fue la pincelada fluida y el colorido con el que desarrolló un auténtico estilo vanguardista, basado en las inquietudes culturales y filosóficas de la época. Su mayor legado se centró en representaciones mitológicas, históricas y sociales.
Fue un artista muy activo, pues también realizó numerosos retratos de personalidades españolas como Cajal, Galdós, Machado, y algunas obras de denuncia social bajo la influencia de su compañero Blasco Ibáñez. Además su estilo agradable hizo que recibiera innumerables encargos traspasando las fronteras españolas para extenderse por toda Europa y Estados Unidos, donde expuso en varias ocasiones.
Sorolla también fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en Valencia y trabajó como profesor de composición y color en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.
En su obra se diferencias distintas etapas:
-Etapa de formación: con obras como Estudio de Cristo, Niño dormido.
-Etapa de consolidación: el Retrato de Benito Pérez Galdós, El beso de la reliquia, Cordeleros de Jávea.
-Etapa de culminación: Las tres velas, A la sombra de la barca, Paseo a orillas del mar, El pescador.
-Etapa final: Jardín de la Casa Sorolla, La Siesta, Pescadoras valencianas, entre muchos otros.
Hoy día podemos encontrar gran parte de su obra el Museo Sorolla en Madrid, instaurado en su antigua residencia, en el Museo del Prado, donde podremos contemplar su cuadro Niños en la playa. Fuera de España encontraremos algunas de sus obras en el Museo de Orsay en Paris, el Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.