Charcos de Quesa, piscina natural
En pleno centro de la provincia de Valencia se encuentran los charcos de Quesa. Estos charcos son muy famosos entre los valencianos ya que se trata de un conjunto de cuatro piscinas naturales, las cuales tienen diferente forma, tamaño y profundidad. Se trata de todo un atractivo para aquellas personas que desean huir de la playa en verano pero quieren refrescarse en un paraje natural ya que están encajadas entre montañas, árboles y plantas, todo un deleite para los sentidos.
En el pueblo de Quesa, dentro de la provincia de Valencia se encuentran los Charcos de Quesa, unas piscinas naturales realmente espectaculares por su localización en medio de la naturaleza, como si de una película se tratará. El encanto de este lugar reside en la combinación de haber charcos o piscinas naturales en medio de montañas así como pequeñas cascadas dignas de ver en persona.
Para llegar hay varias opciones, pero la más adecuada es sin lugar a dudas realizar la ruta que va desde el pueblo Quesa hasta los charcos. Se trata de una ruta lineal y muy sencilla la cual no requiere de preparación ni mucho esfuerzo físico, se trata de un paseo por la montaña. Lo bueno de realizar la ruta es que se pueden llegar alimentos para una vez en los charcos disfrutar de una comida en los merenderos con sombras, habilitados para tal fín.
Obviamente no hay que dejar de lado el hecho de poder darse un baño nada más terminar la ruta pues algo a tener en cuenta es que el baño está permitido en todas las piscinas naturales de este paraje, sólo hay que tener en cuenta el hecho de que en temporada alta suele ser necesario pagar una pequeña entrada de un par de euros para acceder a los charcos, esto se realiza como medida de control del espacio natural, evitando las masificaciones y la destrucción paulatina del entorno.
Sin lugar a dudas los Charcos de Quesa son una opción a tener en cuenta cuando el buen tiempo aparece, es una gran alternativa a la playa que suele estar aglomerada frecuentemente.
Para llegar hay varias opciones, pero la más adecuada es sin lugar a dudas realizar la ruta que va desde el pueblo Quesa hasta los charcos. Se trata de una ruta lineal y muy sencilla la cual no requiere de preparación ni mucho esfuerzo físico, se trata de un paseo por la montaña. Lo bueno de realizar la ruta es que se pueden llegar alimentos para una vez en los charcos disfrutar de una comida en los merenderos con sombras, habilitados para tal fín.
Obviamente no hay que dejar de lado el hecho de poder darse un baño nada más terminar la ruta pues algo a tener en cuenta es que el baño está permitido en todas las piscinas naturales de este paraje, sólo hay que tener en cuenta el hecho de que en temporada alta suele ser necesario pagar una pequeña entrada de un par de euros para acceder a los charcos, esto se realiza como medida de control del espacio natural, evitando las masificaciones y la destrucción paulatina del entorno.
Sin lugar a dudas los Charcos de Quesa son una opción a tener en cuenta cuando el buen tiempo aparece, es una gran alternativa a la playa que suele estar aglomerada frecuentemente.