Cala Moraig y la Cueva de los Arcos
Dentro de la provincia de Alicante se esconden muchos rincones llenos de una belleza inigualable, uno de ellos es la cala Moraig situada en Benitatxell. Esta cala es sencillamente impresionante, estamos ante una cala de piedras con un azul turquesa que impacta. A diferencia de otras calas, está esconde rincones de gran interés cómo es la cueva de los arcos, una formación geológica digna de ver.
Una de las calas de la provincia de Alicante que tiene más fama por su belleza y naturaleza salvaje que la rodea es la Cala Moraig, se trata de una cala tranquila que no ha sido modificada por el hombre. Para acceder a la misma sólo hay que realizar una pequeña travesía por una senda, de unos 300 metros, desde la cual se puede apreciar desde desde lo alto la cala y visitar la Falla del Moraig.
Esta falla es un lugar muy interesante para hacer una parada, se trata de una pared rocosa estriada prácticamente vertical. Desde la propia falla se puede apreciar el fondo de la laguna de salida del Riu Blanc.
Otro punto de interés que está situado en la misma zona es La cueva de los arcos. Este espectáculo de la naturaleza es el resultado del desgaste que ha ido haciendo el mar sobre la piedra a lo largo de los años, llegando a formar una cueva con pilares naturales de piedra. Lo más interesante es que se puede llegar a entrar dentro de la propia cueva sin ningún problema, pero con mucho cuidado ya que el suelo es muy resbaladizo.
Las personas más aventureras y atrevidas pueden ir un paso más allá y bajar un pequeño desnivel dentro de la cueva de los arcos, cruzar al otro lado y entrar por un pasadizo de tamaño algo escaso, en este punto se accede a una cueva que está a oscuras completamente, lo atractivo de la misma es que en techo hay un hueco que deja ver a la perfección el cielo de un intenso azul, obviamente las personas que sufran de claustrofobia no deben entrar en esta cueva ya que podrían sufrir bastante.
Esta falla es un lugar muy interesante para hacer una parada, se trata de una pared rocosa estriada prácticamente vertical. Desde la propia falla se puede apreciar el fondo de la laguna de salida del Riu Blanc.
Otro punto de interés que está situado en la misma zona es La cueva de los arcos. Este espectáculo de la naturaleza es el resultado del desgaste que ha ido haciendo el mar sobre la piedra a lo largo de los años, llegando a formar una cueva con pilares naturales de piedra. Lo más interesante es que se puede llegar a entrar dentro de la propia cueva sin ningún problema, pero con mucho cuidado ya que el suelo es muy resbaladizo.
Las personas más aventureras y atrevidas pueden ir un paso más allá y bajar un pequeño desnivel dentro de la cueva de los arcos, cruzar al otro lado y entrar por un pasadizo de tamaño algo escaso, en este punto se accede a una cueva que está a oscuras completamente, lo atractivo de la misma es que en techo hay un hueco que deja ver a la perfección el cielo de un intenso azul, obviamente las personas que sufran de claustrofobia no deben entrar en esta cueva ya que podrían sufrir bastante.